sábado, 4 de junio de 2011

Hoy, platiquemos de compromiso,


Edel, García y Casiano (2007) señalan que los trabajadores que sienten compromiso hacia su organización son una fuente de iniciativa e innovación, se caracterizan por tener un espíritu emprendedor, actúan proactivamente y asumen responsabilidades lo que hace que esta fuerza de trabajo se convierta en una ventaja competitiva por sí misma.

Las organizaciones como entes orgánicos, sufren modificaciones constantes en respuesta a los cambios abruptos del mercado y la competencia, el rápido acceso a la información a nivel mundial, la competencia con empresas ubicadas a millas de distancias, la reingeniería, los clientes y otros factores, provocan la necesidad de contar con una fuerza laboral dispuesta y comprometida a contribuir con todo para sacar adelante a su organización, al considerarse la innovación, la creatividad, el esfuerzo constante y la permanencia del factor humano elementos indispensables como parte de la estrategia para el alcance de las metas y el éxito organizacional.

El entorno actual se muestra complicado, el hecho de tener que enfrentarse a una competitividad aguerrida, no pensemos solo a nivel mundial, es suficiente con la competencia que tenemos con el vecino, ya que como nuestro negocio, sabemos que hay tres haciendo lo mismo. Las exigencias del cliente, quien a raíz de las crisis que hemos enfrentado son cada vez más exigentes, buscan que el producto no cumpla solamente la necesidad para la que fue pensada, sino que además cumplan y satisfagan dos, tres o cuatro más, la ley del que ofrece más gana. Y ni que decir de las exigencias del entorno laboral, ya no basta con un simple beneficio económico, las organizaciones deben de ofrecer más beneficios a los empleados, y estos a su vez deben, también, ofrecer más que cumplir con lo establecido, yendo más y cada vez más lejos.

Este esfuerzo extra es precisamente el Compromiso Laboral, hablamos, según Mayer y Allen de la relación psicológica que se llega a generar entre un trabajador y su empresa, dependiendo de la dimensión, puede ser Afectivo; que tienen que ver con lazos emocionales, sentimientos, deseos, etc, en pocas palabras, vives y mueres por tu organización. También puede ser Continuo, el cual deja fuera los sentimientos y nos dice que es más una relación de intercambio entre empresa y trabajador, yo te doy dinero y satisfago tus necesidades y tú me das tu esfuerzo y trabajo; por último, se menciona que también puede ser normativo, el cual va más profundo ya que intervienen los valores del trabajador y la forma en la que fue educado, vive con la idea de que debe y tiene que estar en la empresa porque ella fue la única que le dio la oportunidad.

Todo esto nos hace pensar en qué tipo de compromiso experimentamos por nuestra empresa, y somos una empresa, debemos de pensar en qué tipo de compromiso sienten o quiero que experimenten mis empleados. Evidentemente, el más optimo y del cual obtendremos mayores beneficios es el compromiso afectivo, porque en la medida en el que este se presente nos habla de que hemos logrado hacer que nuestro empleado sea feliz al desempeñar su trabajo, tiene una vida psicológica sana y podemos estar seguros que cuando necesitemos de ellos estarán dispuestos a echarnos la mano. Y esto nos dice que lo que estamos haciendo es bueno y los resultados que obtenemos son aún mejor.



Pero dejemos de fuera una organización, el compromiso lo podemos y debemos experimentarlos por nuestra profesión, por nuestra familia, por nuestra pareja, como decimos anteriormente, el compromiso es ser feliz haciendo y estando con quienes tenemos a lado, pregúntate si lo que haces o quien estas ¿te hace feliz? Es tan sencillo como darse cuenta si cuando te levantas lo haces con una sonrisa o lo vez más como un martirio que debes sufrir día con día, alguien me dijo últimamente: cada persona decide como se quiere sentir, si nos hiciéramos esta pregunta todos los días, nos daríamos si el camino que llevamos es el correcto o simplemente hay que hacer ciertas modificaciones, hay que perderle miedo al cambio, después de experimentarlo continuamente le pierdes miedo porque lo diferente no es malo, es eso: simplemente diferente!

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